Como sabrán en una de mis anteriores experiencias, mi viaje no fue tan rápido ni placentero como yo lo esperaba por lo cual decidí que sería una mejor opción viajar en metro.
Si, el metro, aquel tren sofisticado que uno lo puede identificar de muy buen modo por su característico color naranja, pero eso es lo de menos, lo que pasa adentro es aun mas inusual.
¿Quién iba a pensar que por 2 simples pesos uno tendría uno de los espectáculos urbanos mas característicos de esta ciudad? Ni el Peje podría prever tal experiencia, aunque sus comerciales hablen de los payasos urbanos.
Bueno todo comenzó con un dilema, ¿Viajar en micro o metro?, la última vez no me fue tan bien en la micro así que probemos el metro.
Como todo un inexperto entre a la estación del metro en la cual me dirigí a la taquilla en la cual compre mi boleto, tuve que caminar alrededor de 200 m para poder ingresar al andén y estaba más que listo para abordar, a lo lejos pude observar que el metro se acercaba a lo que dije: ¡Le voy a hacer la parada porque si se me pasa no se cuanto tarde!, cuando me di cuenta el metro casi me vuela el brazo, fue cuando entendí que no se le hacia la parada al metro.
Ya dentro emprendí mi largo viaje, bueno no tan largo solo unas cuantas estaciones para llegar a mi casa, en la primer parda subió un vendedor el cual ofrecía de un modo singular los éxitos del príncipe de la canción: “Amigo pasajero hoy no le miento le vengo ofreciendo este disco formato mp3 con 150 éxitos del príncipe de la canción José José, este disco contiene éxitos como, gavilán o paloma, 40 y 20 entre otros”, el tipo llevaba su mochila y una bocina de coche, la cual se parecía mucho a la que le habían robado a un amigo no hace mucho tiempo de su choche, ¡qué raro!.
Pero bueno, en la siguiente parada, otro vendedor subió pero este no ofrecía discos, este vendía el nuevo reglamento vehicular del D.F., pensé, estoy de suerte porque todavía ni sale el original, ahh estos comerciantes siempre teniendo los mejores productos, pero claro siempre sin robar y sin piratería.
Después de haber pasado unas cuantas estaciones entendí porque el boleto del metro cuesta tan solo 2 pesos, te ofrecen una gran variedad de servicios entre los cuales están:
· Masaje entre las multitudes
· Sauna gratuito
· Tianguis a bordo
Y estos son solo algunos de los servicios que te dan por tan solo 2 pesos.
En la siguiente estación pude observar a lo lejos que venía el circo, pero no como podría ser esto y en el metro, pero al ver solo un faquir urbano me pude dar cuenta que no venían con los payasos ni los camellos, lastima será otra vez, este singular amigo se dirigió a los pasajeros de muy buen modo: “ señores pasajeros nosotros venimos haciendo este acto ya que necesitamos dinero, y como no queremos robar, ni secuestrar ni hacer delitos intentamos ganarnos la vida”, mmm eso me suena muy conocido, “ nosotros hemos llevado una vida difícil en la calle, y si ustedes no quieren que sus hijos lleven una vida llena de drogas, peleas y demás apóyenos”, creo que empiezo a entender esto de las extorsiones en transportes públicos.
El señor se metió unos azotones en el piso para demostrarnos que venía tan moteado que no sentía los vidrios en su espalda, en la siguiente parada el bajo a lo cual un policía lo vio, y lo comenzó a corretear, se preguntaran ¿agarraron al faquir?, si, si lo agarraron pero para esto tuvieron que llegar los refuerzos del señor autoridad el cual tenía cuerpo de puerco y no lo pudo alcanzar.
Pobre tipo él solo quería hacer un acto, en la siguiente estación llego un grupo de jotitos a lo cual todos los pasajeros se les quedaban viendo, a lo cual un señora comentaba, “esta juventud, en mis tiempos existía respeto” a lo cual voltea a verme, tu no mijito tu estas decente, uff me salve, “estos muchachitos nada mas les falta ponerse tacones y bajarse del metro a conseguir chamba sobre tlalpan”, (el que entendió, entendió).
Por fin he llegado a mi destino, creo que todo lo que se refiere al transporte en la ciudad, no es más que el folclor mexicano en escena, y saben es tan barato viajar para que te masajeen, vivir un tianguis sobre ruedas, sauna gratuito, olor a tacos, sudor, y burro, y sobre todo aprender que nuestras autoridades siguen comiendo tacos mientras somos amenazados.
Bueno ha sido todo espero que la próxima vez pague entrada para cada uno de los servicios individualmente ya que todos juntos dan como conclusión al metro.