Saben, mi vida se ha visto truncada con respecto a mis estudios, lo cual me tiene un poco triste, pero como sabrán los que me conocen, no me puedo estar quieto, casi siempre necesito estar haciendo algo.
Es por eso que les dejo esta pequeña crónica de mi búsqueda de “chamba” en esta, nuestra ciudad de las oportunidades.
…beep …beep… 7:00 am
-¡Que sueño tengo!-, lo cual me lleva a un dilema interesante, ¿5 minutos más?... total, ¿Qué podría pasar?
…8:00 am… ¿Qué demonios?
Tras levantarme exaltadamente gracias a que mis 5 minutos se convirtieron en 1 hora, en tan solo un abrir y cerrar de ojos, literalmente, bostezo con fuerza y me estiro como viejita en clase de yoga, cabe mencionar, que estas acciones me ayudan a recuperar mi integridad de ser humano fuera de la cama.
Después de un rico baño, un café y haberme vestido, es momento de salir en busca de trabajo…
Hoy, un lunes soleado, no diferente de cualquier otro Lunes, me tenía preparado algo que quizás nunca pude haber previsto.
Me dirigía a una plaza comercial a solicitar vacantes, cuando el primer indicio de que no sería cualquier lunes sucedió:
En la micro, una señora la cual, era lo más parecido a “Doña Margara Francisca”, quizás un poco más vulgar, se puso a cantar de la nada, acto seguido de que un señor lo bastante “curioso”, espantado salto de su asiento y se bajo en la siguiente parada.
La señora, “audazmente” o mejor dicho abusivamente, comenzó a pedir dinero, alegando que era tan buena cantante, que pedía nuestro apoyo para sobresalir.
Mientras en el fondo de mi mente me reía al por mayor, en mi conciencia tenía una ligera reflexión, en la cual llegue a la conclusión de que me encontraba desempleado al igual que la señora.
En cuanto llegue a mi destino, en donde había quedado de verme con un amigo para solicitar empleo juntos, tuvimos la necesidad de comprar solicitudes de empleo, al igual que tomarnos unas fotos.
Al observar nuestras solicitudes de empleo, nos dimos cuenta que estas se encontraban más vacías que cartón de chelas en un local de mecánicos, así que decidimos ir a entregarlas aunque nuestra experiencia fuera nula.
Mientras caminábamos todo parecía normal, hasta que por azar del destino comenzó a llover, ¿Pero cómo pudo suceder? Si, tan solo hace un momento hacia más calor que en el cine “Teresa”. Mientras corríamos hacia algún lugar donde resguardarnos, nos dimos cuenta que el buscar “chamba” no es tan sencillo como todos creen.
Durante los siguientes días, del mismo modo, me dedique a entregar solicitudes en diversos lados, lo cual me llevo a conocer la vida de una gran cantidad de personas, aquí les dejo una pequeña conversación que sostuve con un señor mientras esperaba en la fila para entregar mis documentos:
Señor: ¡Maldito calor!
Yo: Si, esta pesado sobre todo si la señorita que atiende tomo su receso para echar la "torta" (lo único que significa eso es: el jefe me invito a "comer")
Señor: ¿Y qué dicen los niños?
Yo: ¿Niños?, No señor, yo apenas acabe la prepa.
Señor: ¿En serio? ¡Ya decía yo!, si aún te ves fresco en esto de pedir trabajo.
Yo: Pues si algo, y ¿Usted tiene hijos?
Señor: Si, tengo 2, una niña y un niño
Yo: muy bien, y ¿Ha ido a buscar trabajo a otros lados?
Señor: Si, pero pues ¡ta’ pesada la situación cuando tienes antecedentes penales!
Yo: Me imagino, pero pues lo dejo porque tengo que ir a… por allá a dejar más solicitudes.
Esta simple conversación nos muestra la táctica de la intimidación o la de la compasión, utilizada por el señor con tal de deshacerse de la competencia y quedarse con el empleo.
La búsqueda de “chamba” no es tan sencilla, en muchas ocasiones quienes contestan en los lugares para solicitar informes tienen voz de “Hot Line”, pero ellos aseguran que venden enciclopedias.
He considerado diversas ofertas entre las cuales se encuentran: ser chalan de microbusero, vender discos piratas afuera del metro, ser creativo de textos en una compañía de Hot Line, entre otras más.
Creo que mejor sigo buscando, quizás y tenga mejor suerte mañana en mi entrevista de “Acarreado para marchas”.
